La alopecia (pérdida anormal del cabello) puede presentarse por diversos factores que afectan la calidad de vida de las personas, uno de ellos es el estrés.
El estrés es una alteración física o emocional que se producen en el organismo como respuesta ante estímulos repetidos y alta exigencia en el rendimiento.
La caída del cabello por estrés es común en hombres y mujeres de entre 15 y 30 años. El cuero cabelludo tiene aproximadamente 100,000 cabellos, una persona con estrés puede perder entre 100 y 150 cabellos diarios y suele empeorar luego de vivir un suceso importante como enfermedad, embarazo o traumatismo.
Existen 3 principales tipos de pérdida de cabello asociados con altos niveles de estrés:
Efluvio telogénico
Es cuando el sistema empuja grandes cantidades de folículos a una fase de descanso y por ende a la caída. Es notorio a la hora del peinado o lavado del cabello.
Tricotilomanía
Es el impulso de arrancarse cantidades de cabello (cabeza, cejas, barba u otras áreas del cuerpo) por sensaciones negativas o desagradables como la ansiedad.
Alopecia areata
Se presenta cuando en situaciones de estrés grave, el sistema inmunitario ataca a los folículos capilares, lo que provoca la pérdida del cabello.
Aunque la caída de cabello se derive de estas enfermedades, no significa que el daño sea irreversible, existen diferentes tipos de tratamientos para lidiarlo.
En casos leves existe la posibilidad de autotratarse, pero es recomendable pedir siempre la ayuda de un experto para analizar tu caso de forma más segura.
Es importante descartar estos tipos de pérdida de cabello antes de optar por una cirugía de microtransplante. Si deseas una evaluación sin costo, puedes contáctarnos a través de nuestro cuestionario de pacientes.
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